El Crítico Artista (O. Wilde)

ERNEST.- No me mal interprete, querido amigo; pero creo que se deja usted llevar demasiado por su pasión hacia la crítica. Ya que, después de todo, debe admitir que es mucho más difícil hacer algo que luego hablar de ello.

GILBERT.- ¿Más difícil hacer algo que hablar de ello? ¡Todo lo contrario! Incurre usted en un grave error. Es infinitamente más difícil hablar de una cosa que hacerla. Es más, la vida moderna es un claro reflejo de esto que le digo: cualquiera puede hacer historia. En cambio, sólo un gran hombre puede escribirla...

lunes, 4 de enero de 2010

CÓMO VER A NOÉ



8: H.I.V. (2006)
Destricted (2006)
Irreversible (2002)
Seul contre tous (1998)
Sodomites (1998)
Carne (1991)

Por Mateo Etchegoyhen



El primer contacto que tuve con el mundo de Noé fue hace un año y medio, en el cine Alfa Beta; que se caracteriza por la proyección de películas fuera del mainstream “montevideano”.


Cuando llegué a la sala había no más de diez personas; algunos de ellos de edad mayor que a la media hora se encontraban retirándose de la sala. Los primeros diez primeros minutos fueron un tour de force no menos que “in-necesario” donde el ojo ajeno se funde con precisión en la lente de la cámara.

Bueno, basta de introspecciones y vamos con la nota del mes… Entremos en el mundo de uno de los realizadores más importantes de la década; franco argentino de 42 años, Gaspar Noé es considerado un “niño desobediente” en esto del cine europeo. Hay que tener estómago, conocimiento del arte audiovisual y, por qué no, cabeza (cierto cuestionamiento individual del momento en que nos tocó coexistir) para presenciar su obra, porque como todo creador, tiene su propia problemática.

Vamos a empezar por el camino más fácil, los títulos de algunas de sus obras: “Solo contra todos” e “Irreversible”, sus dos únicas películas hasta la fecha que se han podido ver en cable y están en video. También posee una variedad de cortos listos para downlodear de Internet, especialmente estos:

- Carne (ref. de su primera obra “Solo contra Todos”, mediometraje premiado)
- Sodomitas (cortometraje sobre S&M, fuerte pero vital)
- Protege Moi (video clip para el grupo Placebo, prohibido en Europa)

Primero, cuando vean alguno de sus filmes no concurran con sus novias. Segundo, abran los ojos. Y tercero, no busquen respuestas. En cada uno de sus filmes podemos presenciar una temática desbordante, imágenes ¡trabajadas? a la perfección, originalidad cinemática y una presencia única de la cámara/mirada.

Uno de los temas importantes, a mi parecer, dentro de la obra de Noé, es la puesta a prueba de lo masculino como género recurrente que, en los tiempos que corren, es una fuerte apuesta a tratar de explicar la cultura occidental/oriental misma, esa apariencia que nos hace humanos o nos refleja como monstruos.

Habría que preguntarse sobre la necesidad de la violencia explícita en las imágenes de los filmes antes mencionados. Como diría un amigo mío, son tan “necesarios” como una película de Walt Disney; pero esto no deja de pedirnos que trabajemos individualmente para reelaborar dicha temática y sacar partido de ello.

Un tópico interesante a analizar es la relación de pareja que mantiene con Lucile Hadzihalilovic -directora del filme Innocence - y que en un pasado no muy lejano fue su editora en el cortometraje “Carne” y en el filme “Solo contra todos”. De allí se palpa el argumento más elaborado en “Irreversible” sobre las relaciones entre distintos géneros y del cual se desprende una química más que digna de un trabajo entre personas de diferente sexo (tema complicado en este S XXI).

Últimamente Gaspar Noé se dedica al trabajo conjunto de directores (en el formato de cortometrajes) sobre temáticas de claro perfil social y artístico/sexual. Es el caso de Destricted y 8: H.I.V. (que no creo lleguemos a presenciar).

Ahora bien, realicemos una reflexión sobre el hecho mediático del cinematógrafo y el rol que subyace dentro de la ecuación del evento mismo (ir a ver “Irreversible”).

Entonces quién es Noe, sino Mateo Etchegoyhen en ese día, con esa cabeza, con ese cuerpo, con esa “mirada” bajo la cual se retroalimenta sin remordimiento hasta que salga el sol (se abran las puertas del Alfa y Beta).

Qué lugar le damos a nuestra subjetividad –en ese instante de sinceridad alucinatoria como lo es el cine-, luego de configurar nuestro pensar/sentir Noé. Y es que la brutalidad de nuestra conciencia y de los “medios” que nos rodean, no dejan –dentro de su función misma que es reproducir- tiempo para transmitir nuestra culpa por no utilizar cada instancia como una revelación de cambio.

Preguntarse realmente, qué es lo que veo cuando observo. Qué me quiso decir este tipo con este retrato. Por qué yo espectador/cliente estoy hoy aquí viendo esto. Y a dónde me va a llevar, más allá de decir: “¡qué fuerte la escena del “Rectum”! ¡qué lomo la Bellucci! o ¡qué degenerado este Noé!.

Preguntarse con intimidad y sin tabúes, sin olvidar qué hice ayer, por qué hoy y ¡a dónde mierda me voy mañana!

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