El Crítico Artista (O. Wilde)

ERNEST.- No me mal interprete, querido amigo; pero creo que se deja usted llevar demasiado por su pasión hacia la crítica. Ya que, después de todo, debe admitir que es mucho más difícil hacer algo que luego hablar de ello.

GILBERT.- ¿Más difícil hacer algo que hablar de ello? ¡Todo lo contrario! Incurre usted en un grave error. Es infinitamente más difícil hablar de una cosa que hacerla. Es más, la vida moderna es un claro reflejo de esto que le digo: cualquiera puede hacer historia. En cambio, sólo un gran hombre puede escribirla...

lunes, 4 de enero de 2010

LO HISTORICO: ¿ SERA DEMASIADO TARDE PARA RECORDAR ?


Durante la semana pasada, del lunes 23 al viernes 27 de junio del presente año, se rememoraron los 30 años del Golpe de Estado en el Uruguay (1973 – 2003), realizándose actos y manifestaciones que confluyeron con una serie de actividades (talleres, mesas redondas, proyecciones) en la IMM y en diferentes centros educativos y culturales.


En esta semana se enmarca la conmemoración de los hechos ocurridos en Uruguay hace ya treinta años, que O. Bruschera (ex diputado del Frente Amplio por ese entonces, ahora fallecido) supo transmitir de forma tan esclarecedora en su libro “Las Décadas Infames 1967 – 1985”. En ese período de años se gestaron y establecieron dictaduras militares en la totalidad de la región del Cono Sur de A. Latina, y el autor nos relata, refiriéndose a la situación que le tocó vivir en el Uruguay, de como esas transformaciones políticas y sociales significaron años de angustia, lucha, represión y sensación de impotencia en amplios sectores de la sociedad.


Ello se tradujo en la abolición de todas las instituciones democráticas, persecución sindical, tortura y prisión de la población (1 de cada 50 hab. fue sometido a ello), desapariciones y exilios (1 de cada 10 hab. se fueron del país), etc...


Y es ahora a 30 años del Golpe de Estado (1973-2003) que se dio lugar a este evento para analizar la historia pasada en la voz misma de los participantes de los hechos , ¿y por qué no? entender los hechos ocurridos en nuestro país. Generando en este presente nuevos acercamientos y propuestas acerca de cómo el pasado importa y lo necesitamos.


Un claro ejemplo en ese sentido fue la inquietud planteada en el evento “Voces, Memorias y Reflexiones sobre el Golpe de estado y la Dictadura en el Uruguay”, que fue organizada por diferentes centros universitarios, y apoyado desde el PIT-CNT hasta la Cinemateca, mostrando la diversidad de asociaciones que colaboraron activamente. Coincidiendo este programa de actividades el 26 de junio se conmemoro en el Parlamento, bajo el lema “Sin Parlamento nunca más”, una Sesión Especial recordando el día en que fueron disueltas las cámaras por el Golpe de estado.


El Palacio Legislativo, y más en concreto la sala de sesiones de la Asamblea General, estaban impecables. Allí se realizo un proyección audiovisual que resultó muy pobre, en lo que respecta a lo alcanzado en materia de realización y por lo sesgada en lo partidario, recordando el día en que el terrible hecho adquirió forma y lugar.


Fueron invitados los Senadores y Diputados que no lograron terminar de ejercer sus funciones ni un año en ese período -en esa lista se encontraba mi abuelo, ya octogenario-, pero la foto no cerraba: todos señalaban su oposición al régimen dictatorial (indignamente por parte de algunos sectores) pero el sector más golpeado por la represión - muchos de ellos fallecidos-, fue el Frente Amplio que sin la mayoría de sus figuras lucía diezmado.


Las diferentes alas de la Cámara, con los distintos sectores congregados, se disponían de forma inquietante: mientras que en el centro se ubicaban los del frente de izquierda y corte progresista, en los costados pareciendo ceñir a este sector, se ubicaban los partidarios Blancos y Colorados casi en su totalidad, pues también había ausencias. Esta conformación del lugar da la imagen de que hay un tipo de contención hacia la máxima figura del gobierno por parte de las alas tradicionales y de coerción hacia las posibles influencias del centro genera en la representación.


La desaparición física de varios representantes del Frente Amplio, así como la ausencia de muchos de los actuales, que podrían haber acompañado a su partido en dicha instancia: debido a esto, y a lo antes mencionado, me dio lugar a esta visión maquiavélica del Parlamento.


Mi abuelo, un hombre de profundas convicciones republicanas, se dirigió al mismo lugar que en el 73’ le correspondía. Permaneció muy tranquilo y silencioso durante la actividad, sin yo reconocer en su expresión mucha alegría, salvo al arribar al recinto. Luego, al llegar a su casa, se lamentó de no haber solicitado a la Presidencia de la Cámara un momento para recordar a su compañero el Senador Enrique Erro, así como se recordó , con justicia, a los Sen. Zelmar Michelini y Wilson Ferreira Aldunate, como al Dip. H. Gutièrrez Ruiz.


Foto: militares uruguayos ingresan el 27 de junio de 1973, al parlamento.


En esta foto se ve a los militares ingresando al Palacio Legislativo el día de la disolución de las Cámaras, registro claro de acto inconstitucional, ya que las FF AA deben limitarse, en una democracia, a la protección de las mismas desde afuera. Algunos medios, no asociados al poder de turno, resultaron importantes porque sirvieron al pueblo para mantenerse medianamente informados. Asimismo la lucha de nuevos medios coincidió con la de población para así poder elaborar una respuesta abrumadora y necesaria para recuperar la democracia.


Por otro lado los medios fueron duramente atropellados mediante censuras durante esos años. Haber conseguido esta imagen nos ilustra, y nos resalta, la importancia del buen uso de los medios en la conservación de la memoria. Y la necesidad de promover este ámbito con un carácter independiente y renovador.


(Muchas de estas interrogantes me surgieron, y me fueron planteadas, a través de charlas ilustrativas mantenidas con una compañera en biblioteca, que tanto favorecieron a mis inquietudes actuales. Coincidimos en la importancia del rescate del pasado, de la historia en nuestras vidas. Y que, en este presente, ello se procese y se conforme pluralmente, apostando a la memoria colectiva.


“... En algo tenía razón la dictadura: "sólo un pueblo que olvida su pasado corre el riesgo de repetirlo", aunque parece que ya no les cae bien el ejercicio de la memoria, con esa frase que tanto nos repetían...” por Guillermo Font (art. “No es dictadura” – Vecinet Noticias).

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